Escribe: Fernanda Sopán Acosta, miembro pregrado del TDA.
La contaminación del aire es, en la actualidad, una de las formas de contaminación que más impacta a nivel global. Una de las consecuencias que conlleva el incremento de la contaminación del aire es la vulneración directa a la salud de las personas. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren alrededor de siete millones de personas en todo el mundo a causa del aire contaminado. Además, la misma entidad afirma que “9 de cada 10 personas en el planeta respiran aire que excede los límites recomendados por la OMS para niveles de contaminantes” (Kinver, 2021, párr. 2).
El crecimiento constante del parque automotor y de las industrias lograron incrementar considerable y rápidamente la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) –como monóxido de carbono, dióxido de carbono, dióxido de nitrógeno, óxido de nitrógeno, dióxido de azufre, etc.–, generalmente por la quema de combustibles fósiles, los cuales son los principales responsables del profundo daño a la capa de ozono y del calentamiento global.
Las partículas que se producen a partir de la quema de combustibles fósiles es el material particulado de 2,5 micrómetros (PM 2,5), el cual es treinta veces más pequeño en diámetro que un cabello humano (Martins, 2021). En esa línea, al respirar, estas diminutas partículas, que se encuentran –en suspensión–, dispersas en el aire entran en nuestros pulmones, lo que puede causar graves consecuencias como enfermedades pulmonares o cardiovasculares (OMS, 2021). Sin embargo, las enfermedades respiratorias no son lo único por lo que debemos preocuparnos: La investigación presentada en la Conferencia Internacional de la Alzheimer's Association (AAIC) del 2021 afirma que la exposición de la vista a este tipo de contaminación altera nuestra habilidad cognitiva y contribuye a incrementar el riesgo de demencia (Nania, 2021). Además, “investigaciones anteriores determinaron que el aire contaminado, además de poder causar afecciones como asma, afecta el desarrollo neurológico y la habilidad cognitiva de los menores” (Martins, 2021, párr. 20).
Tomando en cuenta este problema, una alternativa que ayudará a constituir un cambio para conseguir el decremento significativo de los niveles de CO2 en el ambiente –al menos en el ámbito del transporte– es incentivar por el uso de movilidad sostenible. Para ello, varios países a nivel global están reforzando su normativa en cuanto al uso de bicicletas y vehículos eléctricos [1]. Entre sus varios beneficios es que son económicos –el gasto por carga completa por un motor eléctrico promedio oscila entre los 20 y 50 céntimos de sol–, es más seguro, ecoamigable –según el tipo de fuente de energía con la que carguen el vehículo– y que, adicionalmente, generan menos ruido, lo que también contribuye con la reducción de la contaminación sonora.
A partir de la pandemia, las personas han preferido realizar sus viajes de manera independiente, por lo que las bicicletas –tradicionales o eléctricas–, scooters o las motos eléctricas constituyen una excelente alternativa para este fin. Es así que el Perú también está apostando por masificar este tipo de movilidad [2], sin embargo, aún sigue siendo un reto que se tendrá que trabajar a nivel de gobierno y sociedad civil para, por ejemplo, impulsar la instalación de grifos eléctricos, aumentar las ciclovías, mejorar la regulación de los vehículos eléctricos, renovar las fuentes de energía, etc.
En ese sentido, y de acuerdo con lo expuesto, la movilidad sostenible es una gran alternativa para la disminución de la contaminación de aire por sus grandes aportes en la disminución de los gases GEI que se emiten al movilizarse, por lo que esta debería ser la apuesta más grande para masificar su implementación en los próximos años y con esto mitigar -en cierto sentido- la contaminación ambiental.
NOTAS:
[1] Véase:
– ONU. (17 de febrero de 2020). 10 países de América Latina y el Caribe avanzan hacia la movilidad eléctrica con un enfoque regional. https://movelatam.org/10-paises-de-america-latina-y-el-caribe-avanzan-hacia-la-movilidad-electrica-con-un-enfoque-regional/
– ONU. (18 de mayo de 2021). Europa apuesta por la bicicleta en la carrera hacia un futuro más saludable y sostenible. https://news.un.org/es/story/2021/05/1492172
– López, N. (12 de diciembre de 2020). Europa quiere 30 millones de eléctricos en 2030, pero los fabricantes no lo ven nada claro. En: MovilidadEléctrica.com. https://movilidadelectrica.com/europa-quiere-30-millones-electricos-en-2030/
[2] Véase:
– Ley Mº 30936, Ley que promueve y regula el uso de la bicicleta como medio de transporte sostenible.
– Decreto Supremo Nº 022-2020-EM, Decreto Supremo que aprueba disposiciones sobre la infraestructura de carga y abastecimiento de energía eléctrica para la movilidad eléctrica
– Decreto Supremo Nº 027-2019-MTC, Decreto Supremo que crea el Programa Nacional de Transporte Urbano Sostenible.
– Decreto Supremo Nº 028-2013-EM, Crean Programa de Conversión Masiva de Vehículos a GNV y dictan medidas para su uso masivo en vehículos del Sector Público
REFERENCIAS:
- Kinver, M. (2 de junio de 2021). Cómo la pandemia reveló lo rápido que se reduce la contaminación una vez se dejan de hacer tantos viajes en auto (y la impactante imagen que lo refleja). https://www.bbc.com/mundo/noticias-57317830
- Martins, A. (10 de febrero de 2021). La contaminación que causa 1 de cada 5 muertes en el mundo (y cuáles son los países de América Latina más afectados). https://www.bbc.com/mundo/noticias-56001440
- Nania, R. (27 de julio de 2021). El aire más limpio podría ser mejor para el cerebro. En: AARP.org. https://www.aarp.org/espanol/salud/salud-cerebral/info-2021/aire-toxico-afecta-el-cerebro.html
Organización Mundial de la Salud. (22 de setiembre de 2021). Calidad del aire y salud. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/ambient-(outdoor)-air-quality-and-health
*Las opiniones expresadas en el presente son de exclusiva responsabilidad del/la autor/a y no necesariamente reflejan los puntos de vista del Taller de Derecho Ambiental.