Por: Alexis Bajonero Díaz
Especialista legal en la Dirección de Política y Regulación del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre y miembro egresado del TDA.
En un contexto de cambio climático, fenómeno provocado por el calentamiento global que, a su vez, deriva de la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, uno de los recursos más vulnerables es sin duda, el agua. Y como sabemos, el agua es un recurso vital para el desarrollo de las actividades humanas.
El aumento de temperatura del planeta afecta a todos, tanto al ser humano como a los recursos naturales de flora y fauna, continental y marina. El cambio climático genera un gran impacto en el ciclo del agua a nivel mundial y nuestro país, teniendo en cuenta la gran cantidad de fuentes de agua que hay en su territorio, no puede ser la excepción. Así pues, este fenómeno ya muestra sus consecuencias en el Perú pues durante los últimos treinta años, se ha derretido mucho hielo de nuestros glaciares, se ha producido la distorsión de los patrones de precipitaciones, dando lugar a inundaciones y sequías en diversas regiones del país.
Las consecuencias del cambio climático en el recurso hídrico también repercuten en las actividades humanas. Por ejemplo, la ausencia de lluvias o su retraso puede ocasionar que una central hidroeléctrica no genere la energía suficiente para las ciudades. Del mismo modo, la ausencia de precipitaciones afecta la agricultura ocasionando la pérdida de cultivos, lo que a su vez puede echar a perder toda una campaña para los agricultores. Lo mismo en el caso de las inundaciones cuando por el exceso de lluvias, los ríos, lagos y lagunas se desbordan arrasando los campos de cultivo e incluso ciudades. En el caso de Lima, en la actualidad la ciudad cuenta con una disponibilidad de agua de 125mᶟ/hab/año, estando muy por debajo del límite de 1700mᶟ/hab/año determinado por la Organización de las Naciones Unidas para definir a poblaciones en situación de escasez hídrica, lo que la convierte en una de las ciudades con mayor escasez de agua en toda la región [1].
Ante esta apremiante situación, resulta necesario tomar acciones y llevar a cabo medidas que nos permitan adaptarnos al cambio climático y en especial, a la escasez del agua como consecuencia de tal fenómeno. Bajo esa premisa, a nivel legislativo se emitió la Ley 30989, Ley que declara de interés nacional y necesidad pública, la implementación de la siembra y cosecha de agua [2]. De acuerdo con su artículo único, se declara de interés nacional y necesidad pública “la implementación de la siembra y cosecha de agua en las partes altas y medias de las cuencas, como obra pública, comunal u otras, así como la difusión de las técnicas ancestrales de siembra y cosecha de agua en la población, tomando en consideración la gestión integrada de los recursos hídricos, las buenas prácticas implementadas en las partes altas de las cuencas, sus beneficios para los ecosistemas y para las poblaciones asentadas en las cuencas bajas”. Pero, ¿en qué consiste la siembra y cosecha de agua?
La siembra de agua consiste en la recarga hídrica del suelo, subsuelo y acuíferos, mediante intervenciones humanas dirigidas a retener, infiltrar, almacenar y regular aguas de escorrentías provenientes de las lluvias [3]. Se puede realizar mediante técnicas como las zanjas de infiltración, la reforestación, las amunas [4], las qochas, la revegetación y a través de los bofedales. Al respecto, las amunas consisten en un sistema ancestral de recarga artificial del acuífero, construidos con piedra impermeable y canales de infiltración permeables que permiten que el agua se filtre en el subsuelo durante la temporada de lluvias, lo que se conoce precisamente como siembra de agua y que permite, que las comunidades, a través de puquiales u ojos de agua, puedan cosechar agua en épocas de estiaje, es decir cuando no hay lluvia [5].
La cosecha de agua es un conjunto de técnicas destinadas al uso del recurso hídrico captado durante el proceso de siembra de agua, para ser utilizado en agricultura, ganadería o uso poblacional [6]. Para el almacenamiento del agua, se suele emplear micro reservorios, así como la tecnificación del riego.
Con estas acciones, lo que se busca es adaptarnos frente al cambio climático, haciéndole frente a las consecuencias de este fenómeno y a las nuevas situaciones que se generan por la escasez del recurso hídrico. A su vez, las acciones de siembra y cosecha de agua nos permiten en primer lugar, aprovechar al máximo la disponibilidad de agua en época de precipitaciones, por ejemplo, a través de la recarga de los acuíferos que, a su vez, evita que los campos superficiales puedan verse afectados por la excesiva escorrentía del agua; y, en segundo lugar, permite que el agua captada se pueda utilizar en tiempo de escasez y en lugares donde no suele haber precipitaciones. Así, se gestiona el agua de una manera eficiente, permitiendo que se desarrollen las actividades humanas para la satisfacción de necesidades.
Fotografía: La República
NOTAS:
[1] Información consultada en https://www.iagua.es/blogs/luis-alejandro-padrino/cambio-climatico-y-seguridad-hidrica-urbana-america-latina-y-caribe
[2] Publicada el 23 de julio de 2019 en el Diario Oficial El Peruano.
[3] Información consultada en https://www.sierraazul.gob.pe/index.php/es/siembra-de-agua
[4] Sobre las amunas, estas consisten en un sistema ancestral de recarga artificial del acuífero, construidos con piedra impermeable y canales de infiltración permeables que permiten que el agua se filtre en el subsuelo durante la temporada de lluvias, lo que se conoce precisamente como siembra de agua y que permite, que las comunidades, a través de puquiales u ojos de agua, puedan cosechar agua en épocas de estiaje, es decir cuando no hay lluvia.
[5] Información consultada en https://aquafondo.org.pe/amunas/
[6] https://www.sierraazul.gob.pe/index.php/es/cosecha-de-agua
FUENTES CONSULTADAS:
- Aquafondo (Sin fecha). El Fondo de Agua para Lima y Callao. Recuperado el 31 de mayo de 2021, de https://aquafondo.org.pe/
- PADRINO, L. A. (2019). Cambio climático y seguridad hídrica urbana en América Latina y el Caribe. Recuperado el 31 de mayo de 2021, de https://www.iagua.es/blogs/luis-alejandro-padrino/cambio-climatico-y-seguridad-hidrica-urbana-america-latina-y-caribe
- Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Sin fecha). Unidad Ejecutora “Fondo Sierra Azul”. Recuperado el 31 de mayo de 2021, de https://www.sierraazul.gob.pe/index.php/es/
(*) Las opiniones expresadas en el presente son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan los puntos de vista del Taller de Derecho Ambiental